Los gatos se adaptaron a vivir con los seres humanos hace más de 5000 años. A pesar de que preservan costumbres salvajes, aprendieron a comunicarse con las personas cuando requieren de ayuda o tienen hambre. Una de las manifestaciones más certeras es cuando maúllan, pero no siempre puede significar lo mismo. Para ello, los expertos desarrollaron una guía práctica que ayuda a entender qué quieren decirnos.
La manera en que los gatos producen un maullido es única para comunicarse solo con los seres humanos, ya que entre ellos rara vez lo hacen. Este comportamiento evolucionó con el paso de los siglos y surgió como una necesidad ante la domesticación.
Antes de vivir en casas, departamentos o en urbanizaciones, los felinos orinaban, se frotaban u olfateaban para reconocerse o entender algún aspecto del otro. Pero dicho mensaje resultó ineficaz con las personas, por lo que desarrollaron un modo sonoro de captar la atención. Así, la comunicación vocal se convirtió en una herramienta más con la cual conseguir alimento, sanar sus dolencias o recibir cariño.
Para la doctora Susanne Schötz, profesora de fonética en la Universidad de Lund (Suecia), que trabaja en un estudio en curso llamado Meowsic, el maullido de un gato es un mecanismo de “apertura y cierre” de la boca, que crea una “combinación de vocales que da como resultado la secuencia característica [miau]”, indicó Hills Pet.
El maullido comienza en una edad temprana, cuando son cachorros. Así pueden expresarle a su madre que tienen hambre, frío o que no tienen un cuidado acorde. Pero a medida que crecen, solo lo mantienen para con los humanos, ya que ellos pasan a ser su sostén diario, según lo que indica la revista Live Science.
“Si tus respuestas son lo suficientemente positivas y predecibles como para que tu gato pueda escuchar tus vocalizaciones, entonces [el gato] podrá intentar comunicarse contigo”, dijo al medio citado anteriormente John Wright, psicólogo que estudia el comportamiento animal en la Universidad Mercer de Georgia.
Al mismo tiempo, un estudio destacó que los felinos salvajes solo emitían sonidos similares al maullido al enfrentarse con otros de su misma especie o con animales amenazantes. En su lugar, los domésticos lo aprendieron como un lenguaje efectivo para dialogar con las personas.
Gracias a las investigaciones sobre los comportamientos de los gatos a lo largo de la historia, se conoció que emiten diferentes tipos de sonidos con su boca, ninguno es igual al anterior y cada uno puede significar una cosa en específico. Muchas veces el famoso y esporádico “miau” simplemente se trataría de un saludo. Sin embargo, cuando se hace reiterativo y extenso, su origen es otra cosa.
Si el maullido es prolongado y surge por las noches, deberías consultar con tu veterinario de confianza, ya que en gatos mayores a 11 años podría desarrollarse algún tipo de enfermedad, causándoles dolor.
Por otro lado, existen gatos más “parlanchines” que otros. Si el tuyo rara vez maúlla, eso quiere decir que necesita tu atención urgente y sin merodeos. En esa amplitud también están aquellos más ruidosos y juguetones, que mediante este sonido buscan muestras de afecto y hasta divertirse con sus dueños.
Una última razón de por qué tu gato maúlla es por una cuestión de apareamiento. Esto sucede en las hembras en celo, que emiten dicha vocalización para indicarle al resto de los machos que está lista para procrear.