La durísima confesión de Valentina Zenere a sus 28 años sorprendió a todos. La actriz habló sin vueltas de sus inseguridades y dejó en claro que atravesó un proceso complicado para poder mostrarse en escenas de desnudos. “Tengo unos pares de problemitas de autoestima que estoy trabajando en terapia”, dijo al aire de Nadie Dice Nada, el ciclo de Luzu TV. Sus palabras llamaron la atención porque hasta ahora nadie imaginaba que luchaba con eso.
La intérprete, que fue parte de En el barro, contó que su mayor miedo pasaba por la exposición física frente a la cámara. “Soy actriz y no me puedo estar preocupando por esto. Si yo en una escena estoy desnuda y estoy preocupada por si tengo la panza hinchada o no, cuando mi emoción tiene que estar en otro lado, estoy haciendo muy mal mi laburo”, confesó con total honestidad.
Valentina relató que para atravesar esos momentos contó con la ayuda de una figura clave: la coordinadora de intimidad. Según explicó, ese rol se volvió indispensable en rodajes con escenas de alto voltaje. “Yo sé qué partes me dan más o menos inseguridad o qué cosa prefiero que no se muestre y ella te cuida eso. No es solamente para las escenas de sexo, sino también para cuando hay desnudos”, aseguró.
La actriz admitió que el trabajo previo fue intenso y hasta incómodo. Reveló que su coach le sugirió un ejercicio muy particular: grabarse en privado. “Mi coach me decía ‘ponete a hacer videos antes del rodaje porque vos no podés llegar al rodaje…’. Yo sentía que no me podía hacer un video sola en mi casa, pero lo hice y se los mandaba en oculto”, contó. Según ella, esa práctica la ayudó a soltarse.
Zenere también confesó que nunca en su vida había enviado material íntimo a una pareja y que eso se convirtió en otro desafío personal. “Yo había sido de las que nunca le mandó a un novio, porque también siendo actriz y sabiendo dónde va la cámara, era como poner el teléfono y me veo algo y me distraigo”, relató. Con esa sinceridad dejó claro que le costó más de lo esperado.
Pese a todo, Valentina se mostró orgullosa del esfuerzo que realizó. Admitió que se sintió vulnerable, pero entendió que era necesario para crecer como actriz. “No saben la cosa que me dio, pero estuvo muy bueno poder hacer algo previo para no llegar al set en bolas”, resumió. Con esa confesión, dejó al descubierto que detrás del éxito también existieron miedos profundos que todavía enfrenta.